Mira que no soy yo de dar muchos argumentos a favor de esto de las corridas de toros, por aquello de que sólo tengo claro que me gustan, aunque también me gustan otras muchas cosas que por lo visto no son buenas.
Pero si me lo ponen "a huevo" cómo no lo voy a aprovechar. Todo un señor filósofo, de pelo cárdeno y gafillas, esgrimió ayer en el parlamento catalán, como argumento favorable a la prohibición, que nuestra ancestral cultura taurina es como nuestra ancestral cultura de maltrato y vejación a la mujer. Toma ya, menuda perla.
Estamos locos o qué?. Sepa usted señor filósofo, que ha tocado un tema de los llamados "candentes", un delito, y se de lo que hablo, se lo aseguro, que está de moda y que pronunciarlo es casi como pronunciar a la bicha.
La de cosas que nos llaman eh, pero esto ya... es rizar el rizo de la estulticia. Que sí, que luego se explicará, o seguro que ya lo ha hecho y le ha quitado hierro al asunto, pero lo dicho, dicho está y ciertamente, como sean esos todos los argumentos abolicionistas, le aseguro señor filósofo cuyo nombre hago el favor de omitir, que vamos a ganar por goleada.
Sepa usted, que la comparación absurda ha cabreado al personal, y si no, lea la noticia que acabo de encontrar por la red:
"Cuatro asociaciones feministas, Mujeres Juristas Themis, Mujeres Separadas y Divorciadas, Red Feminista y Fundación Mujeres, estudian querellarse contra el filósofo antitaurino X, quien ayer comparó en el Parlamento Catalán el maltrato femenino con las corridas de toros."
A eso le llamo yo una buena estocada, pero a sus afines.
En fin, que cada palo aguante su vela.
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