domingo, 4 de julio de 2010

A San Fermín pedimos...


La mitología, además de unas preciosas historias que contar al abrigo de un buen fuego, también nos ha dejado arte en forma de escultura, pintura  y música. San Fermín, un santo con leyenda difusa al que parece ser que los franceses cercenaron la cabeza de un buen tajo, ha convertido un recorrido vertiginoso por las calles de Pamplona, si no en arte, sí en uno de esos acontecimientos "míticos" que se dan cita una vez al año. Imágenes de toros y miles de personas en torno a ellos, recorren las pantallas de medio mundo porque son tan  espectaculares como la erupción de un volcán.
Sí, el encierro es un gran espectáculo. Es un reto para el hombre y supone todo un desafío: conducir a la bestia a través del corazón de Pamplona;  templar la carrera del mito de los mitos, del toro, del animal más bello y con más orgullo de la creación.
Recuerdo mi televisión en blanco y negro, la que me sirvió para ver en directo los primeros encierros, para escuchar las primeras sintonías  en las repeticiones a cámara lenta. Hay cosas que no cambian, y cada día, a las ocho de la mañana, ahí estoy, frente al televisor para contemplar la luz del sol en los corrales del gas, para ver un puro encender la mecha de un cohete, y a miles de valientes, muy poquitos conscientes, desafiar la razón.
Viva San Fermín!!!!!!!

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