martes, 3 de enero de 2012

Leyendas sin red


Supongo que los toreros legendarios de los que ni siquiera se guarda un trocito de película en super 8, lo son (legendarios) en muchos casos precisamente gracias a eso. Antaño eran las reseñas periodísticas las que hacían soñar a los aficionados con la faena histórica que narraba el corresponsal, o con el ridículo más absoluto, de ahí, imagino, la puesta en circulación del famoso "sobre". La televisión, la única que existía en aquellos momentos, hizo que lo que el personal tenía oportunidad de ver sólo si  se desplazaba a la plaza de toros, fuese de dominio público y con ello, cómo no, aparecieron ante lo ojos de todo el país los buenos toreros, los malos, los toreros medíaticos y los buenos toreros mediáticos. Finalmente y a día de hoy, internet,  nos ofrece la posibilidad de poder ver prácticamente todo aquello que acontece, desde una corrida en Querétaro a una becerrada en Villanueva del Arzobispo. Y curiosamente la red, tan últil para los trapecistas,  es la que a mi modo de ver ha dejado de salvaguardar a todos aquellos que intentan pasar por esto intentando vivir de un nombre ó de un apellido. Serán famosos, serán ricos, tendrán un club de fans, pero nunca serán leyendas del toreo.

2 comentarios:

Luis Domínguez Barco TAUROPINIONES dijo...

Buena foto Monosabio, por cierto no sé si sabías que a finales del siglo XXVIII y principios del XIX pululaba por el mundillo taurino un periodista mexicano de nombre Carlos Quirós cuyo sobrenombre era "Monosabio" que se hizo famoso por crear varias publicaciones taurinas como "Ratas y Mamarrachos" y también por ser uno de los gaceteros al servicio de las figuras de las que no rechazaba sus suculentos sobres.

I. J. del Pino dijo...

Qué tipo tan mezquino. "Hay gente pa to".(Me refiero a tí).