jueves, 4 de febrero de 2010

Historias del Caballero Morante


Sepan vuestras mercedes, que a mis manos ha llegado un documento de tal valía y novedad, que de ser cierto, puede beneficiar en extremo nuestros intereses.

Mi informador no quiere darse a conocer, si bien, teniendo en cuenta nuestra posición social y nuestros posibles, se ha brindado gustoso a hacernos partícipes de tamañana circunstancia, empero, debemos de considerar que cierta compensación a su muy menguada bolsa, será menester, en tanto sigamos queriendo obtener informaciones valiosas.

Su Majestad, nuestro amado Rey Don Carlos, tiene a bien considerar que, en consecución de lo ya solicitado por la corona en su anterior reinado y por su cabeza visible, el amado Rey Don Carlos de ordinal tercero, a quien Dios y el Santísimo tenga en su gloria, las fiestas de toros y novillos de muerte han de ser suprimidas, salvo en obras destinadas a misericordia de pobres y desvalidos.

Razones no importan, más se dice que la causa es el quebranto de las almas de bien provocado por lo festivo de tal acto, ya que las gentes, con tal motivo, previa, simultánea y posteriormente a las fiestas de toros, abandonan su espíritu a los placeres de Baco y dejan de lado sus habituales quehaceres.

Veo en ello negocio, y como imaginarán sus mentes despiertas y ávidas de pecunio, al margen de la ley, pero siempre al lado de nuestro Dueño y Señor Jesucristo. Propongo a vuestras mercedes, buscar campo alejado de la Villa, donde seguir realizando las fiestas de forma privada, ya que, se de buena tinta, que muchas gentes pagarían buenos dineros por seguir acudiendo a ellas.

En prueba de la verdad de mi escrito, les hago llegar a cada una de vuestras mercedes, una parte del mencionado documento, aún a riesgo de descubrirme y descubrir a mi confidente, confiando en que sabrán utilizar debidamente la información.

Sepan, que de querer tratar este negocio, rara es la tarde en que mi triste figura, no se halla cautiva de los azarosos juegos de naipes, que se practican en la llamada Taberna del Laurel.

Firmado

El Caballero Morante.

No hay comentarios: