Llevamos un par de días viendo corridas "duras" en Sevilla y el resultado, no ya desde el punto de vista artístico, sino del más valioso al fin y al cabo que es la casta, ha sido paupérrimo: Toros para el arrastre, no una vez finiquitados, sino lo que es más llamativo, para el arrastre desde que asoman la cabeza por chiqueros.
Acepto mansedumbre, pero no sin casta, y en estos dos días, salvando medianamente a alguno del Conde de la Maza, no lo hemos visto. Me sorprende más en Dolores Aguirre y me apena y me da que pensar... No será que también las "duras" andan buscando un toro bonancible y toreable que las haga más comerciales y en el intento se van dejando aditamentos importantes por el camino?.
Las ganaderías tienen sus altibajos, eso es archiconocido por todos, pero por si acaso, los experimentos con gaseosa.
Tan sólo es una impresión.
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