Y es que ayer, fui de oca a oca. Tuve la suerte de ver a Diego Urdiales matar dos toros a puerta cerrada en la ganadería de Cantinuevo, en la provincia de Guadalajara (El torero está que se sale y lo comprobaréis en Madrid en cuanto tenga un toro delante) y por la tarde me fui a Las Ventas con mi "socio" de Tauropiniones y además de ponerme de agua hasta las trancas, aprecié lo mucho que espera la gente de Iván Fandiño, que cortó una oreja por colocación, por tesón, porque Madrid no olvida su gesta con aquel Carriquiri y por echarle siempre un par a la cosa. También vi a un Uceda Leal nuevamente desdibujado y al único torero no sustituto en la terna de ayer: Miguel Tendero, que está hecho un desastre y creo que le hago un favor si corro un tupido velo sobre lo que fue su actuación.Lo del Montecillo, para mi gusto justito de presentación.
Dos toreros del norte vi ayer, diferentes en concepto, pero con algo que les aproxima: la verdad toreando. Ah, y para los incrédulos, si queda alguno, de Despeñaperros para arriba (más arriba todavía), también se torea y aquí en el norte ahora mismo tenemos a dos que lo están haciendo de maravilla.
Por cierto, anduve por el siete y ya no es lo que era.
P.D.- Me olvidé la cámara de fotos. Soy así.
1 comentario:
I.J. del Pino:
Madrid ya no es lo que era. Y no sabes como coincido contigo en lo de la oreja, fue la colocación y la estocada. Resulta extraño ver como un torero hoy en día no esconde la pierna descaradamente y además hasta parece más cómodo adelantándola. El pero fue el que al rematar no giraba la muñeca para quitarse al toro de enci,a. Y el otro pero es el toro, que da y quita importancia a todo lo que se haga.
Un saludo
PD: A propósito, en la grada, en la del seis y en todas, no llovió.
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