El año pasado no me convenció del todo, pero éste si. Tomás Campos, zapato de oro 2012, va a ser torero, ayer me lo demostró a base de buena colocación, conocimiento y sobre todo, mucho temple, ese que aplicó a su flojito primero, que necesitaba caricias suaves de muleta y el que supo dar a su cuarto con unas buenísimas series de naturales, hasta que Pinos Largos, astifino novillo de Navalrosal, lo mandó al hule tras asestarle una navajazo con su pitón izquierdo en una serie por la espalda.
Curro de la Casa me gustó de muleta en su segundo porque era difícil de templar y no tenía ritmo, aunque su labor fue sorda y con altibajos. Clemente fue superado por un gran novillo de nombre Blanco, que no paraba de embestir por ambos pitones y que escondía un zapato de oro en sus arrancadas.
De los dos últimos astados, sólo puedo decir que se les castigó muchísimo en varas por la ola de pánico que cundió en el callejón tras la cornada a Tomás Campos. Alguien les dijo a los chavales que con esos pitones, los novillos no iban a perdonar un fallo y decidieron que era mejor salir andando del Arnedo Arena que con honores de guerrero vencido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario