miércoles, 2 de octubre de 2013

Arnedo. Zapato de oro 2013. Quinta y última de abono. La casta de Baltasar Ibán y el premio para Álvaro Lorenzo.

Ayer la corrida de toros (era novillada pero no la puedo llamar de otra manera) de Baltasar Ibán no fue brava  en su totalidad, pero si encastada, difícil, dura y fiera, lo que es sinónimo de gran atractivo para el aficionado. En cuanto a los novilleros Sergio Felipe es la reencarnación del valor seco, sin aspavientos y sin adornos. Cobró de lo lindo y acabó en la enfermería, creo que tiene para un mes y pico y la recompensa por parte del público y de los premios ha sido escasa, pero vaya por delante mi admiración a alguien que se nota que quiere ser torero.
José Garrido nos dejó un buen toreo de capote y poco más. Los novillos eran complicados, muy complicados para unos novilleros acostumbrados a otra cosa, y de Lama de Góngora poco puedo y quiero decir porque siendo uno de los punteros, no demostró esa aureola que le rodea.
Al final el Zapato de Oro fue para Álvaro Lorenzo, creo que justamente ya que con lo poco que ha toreado durante el año, ha dejado patentes sus ganas por llegar a ser algo en esta profesión tan difícil.
La ganadería de Fernando Peña acaparó los premios toristas, así que, digamos que no le va mal del todo en La Rioja: ya lleva un indulto en Alfaro (Peleón, al que indultó Diego Urdiales)  y dos galardones en Arnedo. Este año han embestido muchos novillos y la competencia en las votaciones fue dura, así que mi enhorabuena para el ganadero y cómo no, también para esa bendita comisión que un año más, ha elegido con buen criterio y nos ha ofrecido unas novilladas bien presentadas y con mucho interés.

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