domingo, 9 de marzo de 2014

Río Bravo



Ayer en la finca de la familia Lumbreras el director de la peli no era Howard Hawks, sino esa mezcla tan excelente de ganadero y buena persona que es Carlos y tampoco el prota era John Wayne, sino un muchacho de once años llamado Jean Larroquette que acaba de empezar en esto como quien dice, pero en una escuela taurina en la que aprenderá mucho y bien, la de Richard Millan. Ayer tuvo la primera becerra de su vida entera para él solito y con público, así que el compromiso fue de los serios.
A pesar de que los amigos de lo ajeno nos dejaron sin hierros para marcar el ganado, se pudo realizar la labor para la que nos convocaron: el herradero anual. Creo que fueron setenta y tantas reses y terminamos a eso de las cinco, pero el día fue tan agradable que el cansancio de los que trabajaron duro, no se notaba y terminamos todos en una mesa alrededor de un buen rancho de patatas mezcladas con agradable charla.
Os dejo unas fotillos de la faena campera y del becerrista. No hacen justicia ni de lejos a lo acontecido, pero al menos son una pincelada. Gracias a la familia Lumbreras por sus atenciones y por lo que día a día hacen porque esto no desaparezca. 






















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