El pot pourrí que propongo creo que informativamente hablando es interesante, así que cual esperpento de avezado reportero voy a dar unas pinceladas sobre los tres eventos que para mí, dieron color taurino a la tarde de ayer.
Comencemos por lo más importante: mi querido Arnedo. Se lidió una novillada magníficamente presentada de Navalrosal (Núñez) con buenas hechuras para embestir. El primero y el cuarto escondían como premio una oreja y el sexto dos, pero no se cortó ninguna. Dicho así puede parecer que la novillada fue importante, pero lo cierto es que la excesiva nobleza condujo a los novillos al "borreguismo" en el último tercio, con lo cual el público se aburrió y se desentendió en muchas ocasiones de cuanto acontecía en el ruedo. Es complicado para un ganadero conjugar esas probetas de nobleza, casta y bravura y en este caso creo que se le fue excesivamente la mano con la primera, a excepción del sexto novillo, que sin ser el paradigma de nada, se desplazó más y con mayor codicia. De los novilleros hay poco que decir ya que no destacó ninguno, si bien Miguel Angel León me gustó de capote en su primero, Clemente recetó una excelente estocada al segundo y Amor Rodríguez sacó algún muletazo aislado al sexto (me quedo sólo con lo positivo ya que como me decía ayer un aficionado "son novilleros y no les podemos exigir tanto como a las figuras").
Vamos con los Maestros de Vistalegre: Morante cortó una y una, saliendo a hombros y el Juli en el sexto pudo según leo, haber cortado dos. Las redes sociales ayer usaban el término "the fracaso" para definir el evento. Leo que hubo más de tres cuartos de entrada en una tarde en la que a buen seguro había fútbol, motos, coches, baloncesto, bádminton, voley femenino, carreras de galgos y si me apuran, saltos de esquí. Quiero decir con ello, que tres cuartos de entrada, ante la oferta de actividades por visionar ya sea en el sofá de casa, o en directo, no es una mala cosa y mucho menos un fracaso. Por el resumen que he visto, la gente disfrutó con Morante y con el Juli, el primero con uno que se desplazaba bien y otro mortecino de los que sólo sabe torear él y el segundo con un sexto de Domingo Hernández(cómo no) que era una máquina de embestir. Por cierto, un matiz: si alguien tiene la curiosidad de fijarse en esta última faena, hay un par de series con la mano derecha en la que el Juli opta por intentar no retorcerse, cosa que me agrada sobremanera, si bien desconozco, ya que no se ve toda la lidia, si es por causa de que el animal no posee esos finales tan largos a los que nos tiene acostumbrado este hierro. Con la izquierda si que es más de lo mismo, alargar a través de descomponer la figura, pero como digo e insisto, quedémonos con ese atisbo de mutación que ojalá se produzca porque estoy seguro de que el Juli sabe y puede.
Terminamos viaje en Sevilla: Pobre entrada, lo cual me da que pensar y le debe dar que pensar a otros, toros sin alma de García Jiménez y un coletudo a destacar: Pepe Moral. Creo que Sevilla puede tener otro torero. Le veo detalles de capote que me encantan y naturales con un pellizco muy en sevillano. No me gusta tanto su mano derecha, pero en líneas generales es un torero de los que más me está apeteciendo ver acartelado la temporada que viene, porque pienso que atesora una tauromaquia con una estética muy en la línea de lo que yo busco cuando voy a una corrida de toros.
Seguiremos informando..., o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario