jueves, 30 de octubre de 2014

Nada

Mira que da de si el concepto "nada", tanto como para que los filósofos dediquen parte de su vida a definirlo, o a concluir que es indefinible porque nada es nada. Hay una teoría que me gusta, porque a su vez me gusta la palabreja que la bautiza, llamada de la reificación, que básicamente consiste en hacer de un ente una cosa y tratarlo como algo medible o cuantificable. Pues bien, todo este jaleo mental que arrastro desde hace un par de horas, viene a cuento de que parece que una vez terminada la temporada española  no nos queda nada, no porque el año no haya merecido la pena taurinamente hablando ya que siempre quedan recuerdos imborrables, sino porque estos meses en los que nos llegan ecos triunfales de América y poca cosa más, se hacen largos, duros y uno no puede charlar con los amigos más que de gestas pasadas e hipótesis de futuro. 
Digamos que esa es la "nada" a la que me refiero y que por tanto no está tan vacía de contenido; sí de corridas, de ferias, de carteles, pero no de dialéctica. Así pues, qué mejor que aprovechar el invierno para darle contenido a la nada, para esforzarnos cada uno en ser mejores en lo nuestro: los aficionados en aprender a ser aficionados, los taurinos en buscar la fórmula para que esto no se vaya al garete y los toreros en mirar al espejo de su alma creativa para ofrecer lo mejor de si mismos la temporada que viene.


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