martes, 5 de enero de 2010

Cargar la suerte



En lenguaje taurino, es un término un tanto difuso. Unos dicen que es “dar el pecho en la embestida”; otros creen que consiste en “echar la pata p’alante”; la mayoría opina que un compendio de ambas cosas y un servidor sólo tiene claro que puede ser quizá, el mayor fundamento del toreo. El maestro Joaquín Vidal la analiza así:

“…En estas reglas, la acción de cargar la suerte es la piedra angular de la técnica del toreo. Cualquier toreo que se ejercite suprimiendo la cargazón de la suerte no es toreo”

Cargar la suerte es pintar un cuadro sin boceto, con una paleta colores puros. Es escribir un poema de sentimiento, sacando de las entrañas aquello que hace que el corazón siga latiendo. Cargar la suerte, es improvisar con cualquier instrumento y hacer que el “summertime” comience sonando como “summertime” y termine, quince minutos más tarde, convertido en algo “diferente”.

Cargar la suerte es mostrarte desnud@ ante los demás, tal como eres, sin ornatos, sin falsas palabras, sin apariencias.Cargar la suerte es olvidarte de que existe la muerte y disfrutar cada instante de vida como si fuese la eterna brisa marina; es dar un paso al frente desterrando dudas.

Cargar la suerte es como parir verdades:

A veces, sólo a veces, el resultado merece la pena.

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