jueves, 21 de enero de 2010

"Esto es como el toro"



Al final, y por mucho que me duela, voy a tener que darle la razón al de Ubrique y converger con él en que todo es comparable al toro.

Se me antojan difíciles las relaciones humanas, cuando por esencia, origen y naturaleza, debieran ser todo lo contrario, ya que no olvidemos, que estamos donde estamos precisamente por nuestro carácter “social”.

Motivo de tal dificultad?, yo lo tengo claro: el egoísmo. Hobbes desarrolló la idea en su Leviatán, pero ni mucho menos era nueva. Desde siempre, desde los hipotéticos Adán y Eva, ó Caín y Abel, el egoísmo ha existido.

El egoísmo conlleva, además de un comportamiento negativo, otros muchos “anexos” que deterioran la convivencia. Hoy en día, casi nadie cree que “el otro” hace las cosas por altruismo, es más, se puede dar la paradoja, de que buscando un fin común, un buen fin, varios grupos acaben “a la greña”.

Me estoy refiriendo a la desgracia de Haití y a las continuas broncas que se están montando porque todos quieren repartir ayuda, pero prefieren que la población acabe muerta de sed y hambre, antes  que organice el reparto “un invasor”, en este caso Estados Unidos.

Ya sabemos que son muy particulares, que hacen las cosas como las hacen (invitan a la prensa a abandonar el aeropuerto, por ejemplo) y que en muchas ocasiones, meten la pata hasta el zancarrón, pero la situación es la que es, y alguien ha de ponerse a la cabeza. Qué conlleva ello?: Como siempre, en vez de parabienes, críticas de los que durante una semana han sido incapaces de organizar nada de nada.

Esperemos que no haya próxima vez, porque si la hay, a lo mejor vemos como el gato escaldado huye del agua, cual vaca rebrincada.

(Pues no, Jesulín, no todo es como el toro, sino como el toro y la vaca).

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