lunes, 11 de enero de 2010

La suerte suprema


Según los practicantes del budismo y religiones afines, los toreros, por lo visto, tienen un Karma malísimo. Y digo yo, que de existir esto del karma y de ser cierto todo el tema de la reencarnación, más de un matarife con coleta, en su próxima vida no pasará de ser un escarabajo pelotero.


Matar un toro bravo no es quitarse de en medio un moscardón de media tonelada, ni asestarle un sablazo a un enemigo. Pero por desgracia, en muchas ocasiones vemos irse a los animales al desolladero, arrastrados por una muerte indigna. Entonces sí que siento pena al ver, como a uno de esos ejemplares tan escasos hoy en día, que no ha hecho “cosas feas” de salida, que ha empujado con codicia, que ha metido los riñones, que ha humillado hasta morder el alvero y que no ha esquivado un cite, es aniquilado por quien no ha sabido, no ha querido, o no ha podido, aprovechar todas aquellas virtudes que la casta del animal le ofrecía. Generalmente el espadazo suele ser indecente y termina por degollar la ilusión de aquellos, que a través de la liturgia, del respeto a la fiesta, y sobre todo, al toro, intentamos dar argumentos para que esto no se acabe.

2 comentarios:

En Barrera dijo...

Desde mi punto de vista, el matador de toros que mejor hace la suerte suprema es el madrileño Uceda Leal.

Un saludo.

AGORERO dijo...

I. J. te veo pesimista en esto del toro. Que conste que opino como tú. Al final vas a los toros y pasa como en misa, solo ves a gente mayor, y gracias que mucha gente va por ser un acto social aunque se aburra miserablemente. A mí me llaman agorero por decir que o se renueva la fiesta o la veremos morir poco a poco.