El grupo Mancha

Se me ocurrió el otro día y  se que también podría denominarse el grupo Domínguez (Sergio, no Luis), el grupo Urdiales, o el grupo de chiflados sin más. El caso es que lo he bautizado así. Dentro del mismo existen unos subgrupos: periodistas-escritores ( o más bien, y como afirma Carlos Abella, escritores), artistas del toro, del hierro, de la fotografía, conocedores del flamenco, amantes del toro, del vino y en definitiva, admiradores de esa Trinidad que tal vez nos une y que por ser obra del tipo de las gafillas, merece dar nombre a este grupo tan heterogéneo que hemos formado y del cual, no por falsa humildad, sino por puro realismo crítico, me siento un advenedizo.

Es curioso observar como entre nosotros, todos aquellos que nos hemos ido conociendo a través de Pablo, lo personal, lo cotidiano, lo "mundano" por denominarlo de alguna manera, no trasciende, pero en cambio, aflora lo etéreo, lo sublime y a veces hasta lo espiritual. Si todo eso lo aderezamos con unas gotas de sentido del humor y la capacidad de reirnos de nosotros mismos, obtenemos como resultado una añada que yo calificaría de excelente . Estoy pensando a modo de ejemplo en la "facción" de Alfaro que pertenece al grupo Mancha. Apenas conozco sus nombres, pero siempre que coincidimos en una plaza, en una conferencia, o en una mesa, disfrutamos. Siempre me alegro de verlos y de compartir tardes con ellos, como me alegro de ver a Gonzalo, Arsenio, Isabel, e incluso Luis, por nombrar a unos cuantos, porque lo bueno de este holding, es que cualquiera puede ser socio.

Y la verdad es que no tengo especiales razones para escribir esto a día de hoy. No se, será que como dice mi santa, soy un romántico, pero decimonónico.