Los prolegómenos de un torneo grande en el tenis se desarrollan días antes de que comience el mismo con tenistas de segunda fila que aspiran a entrar en las rondas definitivas. Es lo que se denomina "jugar las previas". Las previas en los toros culminan con la salida de los alguacilillos a la arena, pero no hay que olvidar que antes se ha celebrado un baile un tanto oscuro en el que los intereses de ganaderos y de coletudos son, en algunas ocasiones, utilizados a modo de compensación por favores pretéritos o futuros y en otras, las menos, son sus propios merecimientos los que determinan los carteles de algunas tardes.
En Sevilla casi todo es diferente y lo es para bien: para mí la ciudad perfecta, las gentes perfectas, el carácter perfecto, la plaza perfecta y la forma de vida perfecta. Pero aún en este clima de perfección también existen intereses de todo tipo, y más en lo taurino, que hacen que una feria que es una de las grandes, siga siéndolo, pero menos.
Leí ayer con poca fe de que sea un rumor, que dentro de esta fiebre de Victorinos que le ha entrado a todo el mundo, el cartel del Cid y Luque ya estaba hecho y se había quedado en un mano a mano. Y los mal pensados ya estarán mascullando que como el que escribe es colega de Urdiales va a soltar una de sus proclamas al respecto. Pues bien, no me escondo y pienso que el de Arnedo pinta más que cualquiera de los otros dos en ese cartel, pero eso ya es archisabido y está más que cantado no por mí, sino por los que saben de esto, asi que no van por ahí mis tiros; las cosas son como son y los despachos funcionan así, asumámoslo ó no.
Una empresa taurina debe tener dos objetivos, creo yo:
Una empresa taurina debe tener dos objetivos, creo yo:
El primero sin lugar a dudas es ganar dinero, hasta ahí perfecto.
El segundo (ligado al primero) es ofrecer carteles del interés del respetable, del que paga, del que sufraga la feria (y este año más que nunca al no contratar con televisión).
Pues bien, ese segundo objetivo parece diluirse en un mano a mano sin sentido alguno y para afirmar esto no tengo más que remitirme a la temporada pasada. No es más inteligente, más necesario y más atractivo hacer un cartel con tres que estén en la zona alta de la tabla (a buen seguro alguien más se hubiera apuntado al "gesto"), o con dos y uno que esté escalando posiciones con paso firme y que va a fomentar una sana competencia en esa tarde?. Hay varios nombres, pongan ustedes al que les apetezca, cada cual el suyo.
El otro día salía publicada una encuesta sobre el interés que despertaba en el aficionado el cartel el cuestión: cero, cero pelotero. Y eso a la empresa parece que tampoco le dice nada. Por lo visto en este país tirar piedras contra tu tejado es lo lógico aunque nadie sepa por qué. O sí lo saben?.
El caso es que al aficionado sevillano (y por ende a todos nosotros), no dejan de meterle goles por aquí y por allá, no paran de maltratarlo y como siempre..., no pasa nada.
Nos engañan cada día, nos roban cada día y cada día nos levantamos leyendo un nuevo caso de corrupción política, pero parece que el "rollo" no va con nosotros. Y resulta que en nuestra afición, en aquella vía de escape que tenemos ante tanta podredumbre, no se hacen las cosas mucho mejor que en el resto de terrenos de la sociedad... y a lo peor... es culpa nuestra.
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