domingo, 21 de julio de 2013

Otro que se nos va sin picar


Hay que ver la cantidad de toros que salen a los ruedos de cualquier coso  y se van sin picar. No diría yo que cada día más, sino más bien como siempre, pero lo peor, lo más alarmante para mí, no es que con un puyazo señalado en la paletilla se cambie el tercio (que también me asusta, pero digamos que estoy más acostumbrado); lo peor y lo que verdaderamente me está haciendo pensar últimamente es ese descaste generalizado que demuestran muchísimas ganaderias lidiando toros no ya mansos, que al fin y al cabo es una condición, sino faltos de toda codicia, faltos de ganas de embestir y a veces hasta de huír. En resumen, eso que llamamos habitualmente bueyes de carreta que sirven más para carne que para torear. Tenemos un problema serio que no estamos atajando y sobre el que hay que tomar medidas o al final el toro bravo acabará desapareciendo porque la fiesta carecerá de sentido. No me puedo creer que después de tantos años y con tantos estudios y avances como ahora existen, los ganaderos no sean capaces de lanzar al mercado un producto en condiciones. Algo está fallando y realmente no se el qué, tal vez sea un cúmulo de factores, pero urge reparar esa fuga de casta o el público en vez de ir a los toros a ver torear, pongamos por ejemplo a Manzanares, terminará por ir a verlo a un desfile de moda taurina y por tanto, se habrá acabado lo que se daba.
No veo demasiadas reacciones al respecto por ninguna de las partes implicadas, así que como durante unos años, pocos, ese toro de nombre "falta de casta" se siga yendo sin picar, acabaremos pagando las consecuencias y los que están en contra de esto terminarán por brindar a nuestra salud.

No hay comentarios: