lunes, 10 de febrero de 2014

Bolsín del Zapato de Plata 2014. La llave de Arnedo


        
Van pasando los años, concretamente trece, desde que un pueblo con una de las mejores aficiones que conozco, se lanzó a buscar novilleros de los que están empezando, de los que casi nadie se acuerda, de los que necesitan campo y oportunidades para demostrar lo que quieren ser y les ayudó a cumplir un sueño. Torear en el Zapato de plata para los becerristas, dicho por ellos. es como debutar en las Ventas, como lo que será debutar en la primera plaza del mundo si tienen suerte y lo consiguen. La Comisión Taurina de Arnedo tiene ya una basta experiencia tanto en organizar eventos, como en ver ganado, negociar su precio y en seleccionar a los mejores de entre los que empiezan. El trato hacia los novilleros es tan bueno que les hacen sentir como en casa y ante cualquier imprevisto, por esa gran experiencia, reaccionan con rapidez y eficacia, como ha ocurrido en esta edición cuando hubo de cambiarse el tentadero porque el inicialmente previsto estaba "empapado" en ese agua, no tan bendita, que nos ha acosado durante el fin de semana. Trabajan bien y lo hacen a cambio de nada, por amor al mundo del toro, sólo por eso, y aún así hay quien los critica, quien desconfía de su gestión..., no lo entiendo, de verdad que no lo entiendo.
En estos tres días, además de vacas muy buenas, he visto a 29 aspirantes si no me equivoco. No voy a dar nombres, pero allí estaba representada la forma de torear de los grandes: unos "tienden" al Juli, otros "alargan" como Perera, otro abren compás, alguno trata de torear en el palmo de Ojeda, hay quien se apunta al "pellizco",  otros se bautizan a lo grande como Gallito ó Lagartijo y los menos intentan ser ellos porque es difícil definirse habiendo toreado tan poco, pero todos, todos y cada uno, han intentado dar de sí lo mejor que atesoran. Enhorabuena a los 29 valientes que han desafiado a eolo y al dios de la lluvia y no sólo por eso, sino por su comportamiento, por su actitud, por su educación, por su respeto y por querer ejercer la profesión más bonita del mundo.
Todavía no he visto por ahí quienes son los seleccionados, pero vaya por delante mi felicitación tanto para ellos como para los que no lo han sido, porque son un ejemplo a seguir. 
Ya nos veremos por esas plazas de Dios.
(Le robo la foto a  Burladero.com y a Fidel Arroyo, que digo yo que después de sujetarle el paraguas toda una tarde para que pudiera trabajar, me la he ganado a pulso)

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