lunes, 14 de julio de 2014

Ven a Céret



Desde que internet funcionaba a esas velocidades en las que te costaba diez minutos descargar una foto, he leído sobre Céret, ese pueblecito de la "cataluña francesa" en el cual se celebraban unos festejos taurinos con encastes de los llamados minoritarios y en el que por encima de todo, se respetaba al animal que sirve de base a nuestra pasión: el toro.
Por fin he podido llegar hasta allí y ver toros en les arenes. Y por fin he podido vivir aunque sólo hayan sido unas horas, la intensidad con la que se vive la fiesta en ese lugar y no hablo únicamente de la fiesta taurina, porque la popular tiene también lo suyo, aunque sobre ese aspecto correré un tupido velo porque creo que me juergueé incluso más de lo necesario, si bien no me resisto a esbozar que las féminas son monísimas y los machotes gente muy maja y abierta. 
En Céret todo es toro: hay rugby pero con toro (masculino y femenino); hay comida alrededor del toro; hay música por el toro; hay orgullo por amar al toro, gorras con toros, camisetas con toros, fotos de toros, exposiciones de toros... . La fiesta no es la excusa para dar una feria taurina, sino que la feria taurina es la que genera la fiesta y qué fiesta... . Me siento incapaz de describir el ambiente y creo que las fotos que os cuelgo con la entrada tampoco hacen justicia (por cierto, no tienen ni idea de hacer una paella pero lo intentan y comen bocadillos de pancenta con mayonesa...), así que me voy a "meter en harina" en cuanto al festejo que presencié.
En primer lugar, la seriedad en la plaza es absoluta. Allí no se escucha ni un estornudo, de hecho si tus "olés" son discrepantes con los del resto de público te miran con cara de querer asesinarte, pero cuando uno ve un natural, no cierra el pico ni en Céret ni en la mismísima White House. Hay gente joven en la plaza, lo cual para los que vemos envejecer el tendido español día a día, es algo digno de envidiar y tienen un concepto de sol y sombra un tanto extraño: te da el sol hasta el sexto incluido y deja de darte si se nubla el cielo.
Saber de toros?, pues yo creo que saben lo que dice el manual y tal vez si que de encastes y demás. Digamos que su rito es un tanto particular: Quieren tres varas en el caballo y a ser posible que el toro no se tropiece en un agujero de la arena porque blandear aunque sea un poquito a la salida de un puyazo, es sinónimo de fraude y aquello deja de interesarles hasta tal punto que Urdiales firmó los mejores naturales de esta feria y de las dos siguientes y a los únicos que se nos ponían los pelos de punta era a los que hablábamos en cristiano.
De las entradas al caballo, quieren saber pero todavía les falta. Si si, exigen tres a ser posible, pero no les importa demasiado que sean a toro corrido, eso si, precisan mucha distancia, pero como se te vaya la pica dos centímetros de la cruz, picador prepárate porque te dan "bocaos" y ya si rectificas, directamente te vas de la plaza con música de viento bastante desagradable, ah y no te perdonan que muevas al caballo tapando la salida al toro aunque sea éste quien lo haga girar. Eso es "caguioca" y punto.
Quieren un animal bien presentado, a nivel de plaza de primera de aquí,  que se mueva, les da igual que humille o no y tampoco les importa que el torero esté quieto o deje de estarlo. De muleta todavía andan bastante verdes y de sentimiento también, pero estoy seguro, de que algún día llegará. Hay alguno que se sabe la palabra "pico" y la usa yo creo que para llamar la atención de sus vecinos de tendido haciéndose pasar por erudito, pero salvo estas cosillas, el personal es respetuoso y educado. Nos dan mil vueltas en organización (vid. localidades personalizadas) y lo que es más importante, en cuanto a respeto por el toro.
No os lo perdáis el año que viene.
P.d.: Lo de ayer de Pamplona, mejor lo comentamos otro día.









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