domingo, 3 de mayo de 2015

Cositas de Madrid

Un par de días en el Foro dan para mucho y si hablamos de toros y tenis pueden llegar a ser inolvidables.
El viernes primero de mayo, prueba de fuego con astados de Sánchez Dalp, en Las Ventas del Espíritu Santo, para tres novilleros de entre los que destacó Alejandro Marcos y se vio el buen oficio del francés Clemente.





El sábado por la mañana, además de comprobar como Rafael Nadal sigue siendo un ídolo de masas hasta en los entrenamientos, tuve la fortuna de presenciar un partido memorable en el Open de Madrid. Una muchachita de 17 años, Paula Badosa, que anda allá por el número 300 de la clasificación de la WTA, tuvo los arrestos sufcientes, para casi sin poder andar y llorando de dolor, eliminar a una top 100, que para quien no sepa de esto, es como si yo le diese una lección de toros al bueno de Paco Aguado.


Para el sábado por la tarde me quedaba el plato fuerte: una gran corrida de toros de Montealto, no excesivamente igualada ni bonita de hechuras, que pudo con su mansedumbre y sacó casta por arrobas. Toros con su emoción y su carbón para tres toreros vestidos de goyescos.
Morenito de Aranda estuvo más que dispuesto toda la tarde y si bien con el primero no me acabó de encandilar, al segundo le hizo una excelente faena yendo de menos a más, porque bien es cierto que le costó ajustarse, pero cuando lo hizo hubo series magníficas y llenas de hondura por ambos pitones. No seré yo quien mencione lo de una oreja excesiva a un torero humilde que lo dio todo. A su tercero y con la puerta grande asegurada, no le quiso ofrecer terrenos adecuados donde el animal, que marcó claramente la querencia, no se defendiera. Es comprensible que después de un esfuerzo inmenso, Morenito se quedase vacío.


Angel Teruel fue herido en su primero. A su favor diré que se le vieron ganas, pero en su contra creo que debo ser honesto y a pesar de la cogida, manifestar mi desagrado con su colocación y con su mal planteamiento de faena. El toro ya había anunciado sus intenciones por ese pitón y Teruel se lo puso demasiado fácil.

López Simón, torero al que por suerte ya conocí de novillero sin caballos, ayer demostró que el tópico de que los toreros están hechos de un material especial, es cierto. Se llevó de Las Ventas una cornada seria con dos trayectorias... y dos orejas en el esportón. Me encantó su planteamiento de faena ante su primero y lo cerquita que se lo pasó de la barriga. Tuvo mala suerte en la cogida ya que el toro lo prendió en el suelo al entrar a matar por segunda vez . Se negó a entrar en la enfermería para ser operado tras descabellar al toro y cortar la primera oreja y aguantó como pudo a su segundo al que le cortó otra a base de buenos muletazos, una no menos buena estocada y la épica, que ante el variopinto público de ayer en Madrid, caló lo suyo.


Y dentro de un ratito, esta misma tarde, los Carriquiri de la familia Briones harán su aparición en el ruedo venteño. Mucha suerte especialmente a María con quien tuve el placer de compartir ayer tendido. Fue todo un honor.

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