domingo, 17 de enero de 2016

Semifinales del Bolsín Serranillo. El peso de la responsabilidad.

Estoy seguro de que los nervios juegan malas pasadas a los que empiezan cuando se ponen delante de las becerras. Aún así, salvo en tres participantes, no he visto en estas semifinales la calidad de otros años. En la vertiente periférica de lo taurino, indicar que la buena afluencia de público, el sol que atemperaba algo el mucho frío que hacía, el buen ambiente reinante en Aldíñigo y la agradable conversación y almuerzo con mi  amiga Covadonga, han hecho una vez más, que los muchos kilómetros recorridos hayan merecido la pena.

Os voy a dejar unas fotos, la lista de finalistas que copio y pego del facebook del bolsín y un par de reflexiones de un profano que siempre ve todo desde la barrera, que es desde luego, el sitio más fácil para ver los toros:

-Las muletas además de ser unos trapos rojos, deben ser una prolongación de las yemas de los dedos, las cuales a su vez deben estar directamente conectadas con el corazón. No es necesario asustar a las becerras con los cites. Además de  panza, la muleta tiene vuelos y lanzados suavemente al hocico de los animales, suele dar magníficos resultados a la hora de conseguir que se arranquen con la misma suavidad.

-Torear no es sólo dar pases aunque sean magníficos. Cuando por la razón que sea no es posible "torear de salón" con las becerras, las decisiones técnicas demuestran también muchas cosas de un aspirante. Dominar la elección de los terrenos, las alturas, la colocación, el cite, el embroque, etc, etc, son tan importantes como un buen natural.




















































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