miércoles, 27 de febrero de 2019

El Zapato de plata: Mi pie izquierdo

Hace un par de semanas regresábamos de Guarromán, ese pueblecito jienense que nos recibe cada año con los brazos abiertos, después de haber seleccionado a los finalistas del Zapato de Plata de este 2019. Las sensaciones a nivel taurino fueron buenas, lo mismo que a nivel de Comisión organizadora y de asistentes. Pero desde hace algunas ediciones, a todos nos invade siempre la misma pregunta: ¿Será este año el último?
No me cabe duda alguna de la implicación del Ayuntamiento de Arnedo en este proyecto anual, sin embargo y sabiendo de la dificultad que supone para un consistorio cuadrar cuentas y entendiendo como lícito que se quiera que este evento sea a coste cero, intentando que alguna empresa asuma junto con la organización de la corrida de marzo, los 25.000 euros que aproximadamente supone de desembolso, no es menos cierto que también pienso que el Zapato, el de oro y del de plata, son dos acontecimientos taurinos por los que hay que apostar con dinero público. 
Habrá quien diga eso de "no con mi dinero", pero lo mismo podrían decir los que no quieren una carpa, unos grupos musicales, unas vaquillas por la calle, un concurso de cortos, etc etc. Esa no es razón ni argumento.
La discapacidad de Christy Brown no fue tal cuando descubrió que su pie izquierdo era capaz de crear arte. Apliquémonos el cuento y pensemos en lo que Arnedo debe al Zapato, no al calzado, que también, sino al taurino. En el mundo del toro es una ciudad hiperconocida y qué duda cabe que ese reconocimiento es el que se busca cada vez que la marca "Arnedo" se ofrece al exterior en forma de turismo, calzado, hostelería, moda, etc.
Que un pueblo sea mecenas del arte taurino evidentemente y con los tiempos que corren, es arriesgado, pero tal vez ahí esté la distinción y se marquen las diferencias con los acomplejados, porque hoy en día la singularidad es lo que realmente llama la atención en un mundo de, que nadie se me enfade, "rebaños" que acuden allí donde ordena el pastor, sin ni siquiera plantearse la más mínima duda.
Ese Zapato de plata encaja en todos los pies izquierdos, los creadores de arte, como un tesoro y sí, tal vez haya que intentar que cueste lo mínimo posible, pero fórmulas hay. Sin ir más lejos, o yendo lejos, en nuestra vecina Francia se organizan eventos promocionando a los que empiezan y ofreciendo en las matinales de los mismos, deliciosos tentaderos que realizan toreros importantes, en activo o ya retirados, de esos que todavía son capaces de atraer a muchos aficionados. Es cuestión de arriesgar y pensar, no de rendirse, de buscar fórmulas y de dar soluciones, pero insisto, ahora no podemos abandonar el barco porque como pueblo pasaríamos (me incluyo por el cariño que le tengo) a ser "uno más".
Yo no he nacido en Arnedo, pero allí tengo buenos amigos y allí voy y me siento como en casa gracias a "lo taurino". Estoy seguro de que no soy el único y de que somos multitud los que queremos, a través del toro ó junto al mismo,  seguir descubriendo lo mucho que la ciudad tiene que ofrecernos. No nos decepcionen.

(Las fotos son de otro que sigue ayudando a que  esto funcione: Alfonso Yustes)




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