jueves, 17 de febrero de 2022

El Zapato más caro



 

Me contaba el otro día, uno de los periodistas que más sabe del toro de este país, de nombre Luis Miguel Parrado, que fue él quien bautizó las eliminatorias de Guarromán como Zapato de Plata, ya que aquella Comisión que en tiempos pretéritos, tuvo esta maravillosa idea, no daba con el nombre adecuado. Por cierto hace años que no lo veo en los tentaderos y creo que, además de que vive muy cerca, debe ser una de las presencias imprescindibles en la Mezquita.

Aquel "experimento" funcionó tan bien que ha llegado hasta hoy y lo ha hecho en primer lugar, por la voluntad de un pueblo, Arnedo a través de su Ayuntamiento, que quiere seguir apostando por los que empiezan y en segundo, por el empeño de un club taurino y un grupo de aficionados que año tras año intentamos ayudar, a nuestra costa (cada uno se paga lo suyo) a que esto del toreo que ahora agoniza tanto, no termine.

Soy jurado del zapato porque creo que debo devolverle al toro toda la vida que me da,  mediante un pequeño sacrificio que es el de correr el riesgo de ser injusto  cuando voto (injusto no es lo mismo que parcial). Nunca nadie, desde que lo soy, me ha hecho ni la más mínima sugerencia y me parece lamentable que  por parte de aquellos que debieran dar ejemplo y enseñar a los que empiezan, se aliente incluso a los propios participantes, a agarrarse al error involuntario de un medio de comunicación  que además apoya a la tauromaquia cien por cien, para crear sospechas de "pucherazos" y otras barbaridades por el estilo.

Este fin de semana han tenido la oportunidad de torear junto a una de las personas más honestas que conozco. Aprendan de él, que ha sufrido injusticias como nadie en ese mundo tan difícil. Elíjanlo como espejo al que mirarse para llegar a ser torero, entrenen más cada día, sientan el toreo y olvídense de todo lo demás. Tal vez hayamos sido injustos votando, o tal vez no, pero os aseguro que para todos nosotros, votar no es ninguna broma y lo hacemos en conciencia. Nos tomamos muy en serio la labor que nos han encomendado y respetamos a los que empiezan, como si de figuras del toreo se tratase. 

Escrito esto, sólo me queda añadir que el nivel este año ha sido de los más altos que recuerdo. He visto toreros muy interesantes los dos días, aunque dadas las circunstancias, no voy a hacer lo que acostumbro otros años, que es glosar las virtudes que aprecio en cada participante. Si que es cierto que se torea técnicamente mejor cada día y que echo un poco en falta el sentimiento y la búsqueda de la verdad. No quiero que me "vendan" una faena, quiero estructura, quiero que su autor se emocione para emocionarme a mí y no busco la perfección, sino el Espíritu Santo ese del que habla el maestro Paula.

Ojalá que entre los catorce finalistas de este año, surja alguna figura del toreo. No será ni el primero ni el último.

PD.- Las fotos son de mi querido Alfonso Yustes, otro que se toma la molestia de estar ahí cada año para que el Zapato de Plata trascienda lo máximo posible.


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