domingo, 25 de agosto de 2024

Diego Urdiales: El cielo (negro) puede esperar

 




Negras y húmedas arenas, gotas que se escapaban, molestas ráfagas de viento y la desgracia de ver pasar en el que hacía primero de Diego, tres toros por su capote: el de la Ventana del Puerto era bonito de hechuras pero se descoordinó sin tan siquiera rematar en tablas; el primer sobrero, que apuntaba buen son, se partió una mano y al final  salió uno de Valdefresno sin nada dentro, que en el primer muletazo, precioso eso sí, sacó la bandera blanca y dijo aquello de "hasta aquí he llegado".

Del manso quinto, que huía hasta de su sombra dando algún arreón de mala leche, mejor no escribir.

Dicen que Urdiales tiene mala suerte en los sorteos y lo cierto es que buena, no la tiene, pero a pesar de todo eso y de muchas tardes, no como la de ayer, porque la de ayer se me antoja insuperable, en este mundo tan difícil y en esta selva en la que se ha convertido poder ir bien contratado y con ciertas garantías a una feria, Diego ha conseguido el milagro de tres puertas grandes en Bilbao, que pudieran haber sido alguna más si Matías no hubiese tenido ese criterio tan personal (que por supuesto respeto) y uno de los triunfos más clamorosos en la primera plaza del mundo, en la que tres orejas y dos vueltas al ruedo hicieron que aquella tarde pasase a los anales de la historia.

¿Cuántos toreros han conseguido eso? y lo que es más importante para mí ¿cuántos lo han conseguido a base de TOREO?

A Diego Urdiales le avalan 25 años de alternativa, toreando no demasiado pero con muchos compromisos en plazas importantes, en las que la dificultad es mucho mayor que en una plaza de menor categoría. No sólo dificultad en cuanto a la valoración artística, sino también y por el tipo de toro que se selecciona para una plaza de primera, dificultad en cuanto a posibilidades de éxito.

Muchos de nosotros, amigos de Diego, miramos hacia atrás y nos da vértigo lo que ha conseguido. Sin ayuda, sin padrinos, sin facilidades de ningún tipo, con unas cuantas zancadillas y con la única defensa de su espada y su TOREO.

Pasa de largo Bilbao, que en otras épocas fue casi un salvavidas, pues que pase, porque el TOREO ya está escrito y a estas alturas, a ver quién  (con algo de conocimiento taurino) tiene bemoles de decir que Urdiales no forma parte de esos pocos elegidos que nos arrancan un olé ronco con un solo muletazo.

El TOREO es eterno y mientras tengas un capote y una muleta entre las manos, seguiremos esperando.

Tú más que nadie, nos has enseñado a ser pacientes, porque lo que realmente vale la pena, no puede ocurrir a diario, pues convertiría la eternidad en simple rutina.

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