Ayer en la Maestranza eché de menos a un torero que no se amedrentase como lo hizo el Cid ante su primer toro. Que se pusiese de verdad, que se la jugase a una carta, que consiguiese dominar a un astado que no regalaba nada pero que agradecía y mucho que le hicieran las cosas bien. Eché de menos a un torero que fuese capaz de exprimir cualquiera de los dos Victorinos que le tocaron en suerte a Salvador Cortés, y que luciera a ese morfológicamente impresentable sexto de la tarde que hundía el morro en la arena y que embestía despacio, tan despacio que había que tener mucha mano izquierda para saber llevarlo toreado; tan despacio que había que templarlo por la derecha sin darle arreones, sin violencia. Eché de menos a ese torero que le hubiese cortado las orejas y no hubiera permitido que el animalito se fuese sólo con un par de naturales sueltos. Da pena pensar cómo pudo disfrutar ayer Sevilla viendo torear, y lo poco que se llevó a cambio de su entrada. No le pongo peros al pobre Padilla porque le tocaron dos marmolillos en suerte (mejor, así no los desaprovechó), pero al Cid..., sin ponerse, asustadito perdido desde la tarascada que le dio su primer toro por no llevarlo empapado en la muleta cuando el animal tropezó en medio del pase, le pongo todos los peros del mundo porque en otras temporadas ese toro se hubiese ido desorejado, y a Cortés..., con un extraño y asardinado Victorino que embestía al ralentí, a esa velocidad que quieren todos los toreros que les embista un toro y con el morro por los suelos..., no le perdono hacerme esperar más de media faena para verle acoplarse, y después de haberlo entendido, no le perdono que no nos brindara más que un par de naturales.
Ayer faltaba un torero.
2 comentarios:
Más claro no lo puedes decir, amigo. Qé barbaridad de corrida; de largo, el que mejor anduvo de los tres fue Padilla. ¡Hay que ver!
amen!!este año Urdiales revienta Madrid, estoy convencido, sobre todo el dia de los bayones!!un saludo
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