miércoles, 13 de junio de 2012

El efecto Roger


No se si os gustará el tenis tanto como a mí, pero os guste o no, que sepáis que hoy también vamos a acabar hablando de toros.
Soy de Nadal como no podía ser menos. Tenemos todo un número dos del mundo que seguramente se colocará en lo más alto nuevamente a lo largo de la temporada, pero Roger Federer es mi debilidad. Recuerdo que una vez le dí un empujón en un aeropuerto de Canadá ( sin darme cuenta de que era él a pesar de la nube de fotógrafos y curiosos que lo seguían) y me pidió perdón (sí, él a mí), pero anécdotas a un lado, Federer ha sido para mí el judador de tenis más elegante de la historia, tanto por el modo de ejecutar sus golpes, cumpliendo todos los cánones tenísticos  y rozando la perfección, como por su comportamiento personal dentro y fuera de la cancha de tenis. Lo ha ganado todo, hasta un Roldand Garrós que tanto se le resistió, es el número tres del mundo y aún así hay gente que le ha enterrado. Curiosamente una vez enterrado va y gana un master mil, o te juega una final de uno de los grandes y entonces nuevamente resucita para los medios.
Con los toreros pasa algo parecido, estás mal una tarde y te entierran. Al día siguiente estás bien y resulta que dicen que vives el mejor momento de tu carrera. Estás tres años en el ostracismo, un día te sale un toro en Madrid, y de repente "se ha recuperado a un torero".
Pues ni tanto, ni tan calvo. Roger serguirá siendo Roger hasta que decida retirarse y lo hará cuando deje de divertirse jugando al tenis y cierto es que a él no le ocurrirá por sus circunstancias como a muchos toreros, que por lo visto no se retiran sino que les echan de esto. Pero aquellos que siguen amando su profesión, que viven día a día queriendo mejorar, sentir cosas y desarrollarlas delante de un toro, nunca los echarán porque tienen la fuerza mental suficiente como para aguantar el tirón y esperar que algún día salga el toro de sus sueños y por qué no, salvar un match ball en las Ventas, remontar y acabar ganando el partido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay que tener mucha sensibilidad para ver lo que usted dice. Esa gente de la que usted habla, los de mentalidad de hierro, no tendran que preocuoarse de que la vida sea piadosa con ellos porque ellos escribiran su historia.

MC